jueves, 21 de junio de 2007

Noticias que nos deberían hacer pensar...

Cosas que dan que pensar…
Fuente: www.nortedecastilla.es, 21 de junio de 2007
PALENCIA

El hospital atiende a ocho jóvenes con intoxicación
por alcohol
cada fin de semana

Los sanitarios reciben una veintena de casos a la semana, algunos asociados a agresiones o accidentes La mayor parte de los pacientes permanecen unas horas en observación y reciben el alta médica
J. SANZ Y R. S. R./PALENCIA

Ni las campañas contra el consumo de alcohol ni las tragedias vinculadas a la bebida, sobre todo en la carretera, han logrado evitar que los jóvenes busquen cada fin de semana la diversión en torno a una barra. Eso lo saben demasiado bien los médicos de Urgencias del Hospital Río Carrión de Palencia, donde atienden entre el viernes y el domingo una media de ocho casos de intoxicación etílica de víctimas, habitualmente de entre 14 y 18 años, del exceso de copas, calimocho y cerveza que acaban en un box sanitario la noche de fiesta. A ellos hay que sumar el caso diario de intoxicación etílica que se atiende en Urgencias del Hospital Río Carrión y la atención sanitaria que se presta a jóvenes que acuden al hospital por agresiones o por accidentes de circulación -el conductor de un ciclomotor dio resultado positivo hace días en la prueba de la alcoholemia que le fue practicada después de sufrir una caída el vehículo en la calle Managua de la capital palentina cuando era ocupado por tres personas- y que suelen ir acompañados por síntomas de intoxicación etílica, con lo que la cifra de cuadros clínicos de estas características atendidos cada semana en la capital palentina puede alcanzar la veintena.
La mayoría permanecen unas horas en observación y reciben el alta. Los síntomas de todos ellos responden al mismo patrón: agitación y un bajo nivel de consciencia. Nada que ver con el coma etílico. En esta ocasión, los bebedores llegan a la inconsciencia, sufren problemas respiratorios e, incluso, el 20% necesitan ser intubados durante unas horas, entre cinco y seis, hasta que vuelven en sí y reciben el alta médica. Esta última situación es la ordinaria. Por eso, según destaca el experto en Toxicologías Antonio Dueñas-Laita, resulta «muy infrecuente que un caso de coma etílico a estas edades degenere en un fallecimiento». Tanto es así que en los once años que lleva como jefe de Toxicología del Hospital Río Hortega de Valladolid «nunca hemos tenido un caso de muerte por este motivo». Dueñas-Laita asegura que es «complicado» aventurar las causas del fallecimiento del joven gallego de 17 años que perdió la vida a las puertas de la discoteca Campus de la calle Colmenares de Valladolid antes de la medianoche del pasado sábado. «Es evidente que el alcohol no ayuda, sea lo que fuere lo que ocurrió, pero es prematuro hablar de causas», apunta.
La autopsia realizada el domingo apunta inicialmente a un encharcamiento de los pulmones como causa última de la muerte, pero aún pasarán dos meses -cuando lleguen los resultados de las muestras biológicas remitidas a Madrid- para concretar qué motivó esta circunstancia. Los amigos e, incluso, uno de los tres hermanos de la víctima apuntan al fallo pulmonar como origen del fallecimiento, si bien todos coinciden en relatar que el joven había bebido algunos cachis de calimocho en un bar del barrio de La Rondilla antes de ir al local de Colmenares, donde sufrió un desmayó y una caída que le dejó inconsciente diez minutos antes de las once de la noche.
¿Cómo actuar ante esta situación? El doctor Dueñas-Laita aconseja, por descontado, avisar inmediatamente al 112 y «recostar en el suelo sin almohada al joven tumbado del lado izquierdo sobre la pierna y el brazo». El objetivo de esta posición es «minimizar el riesgo de que, si vomita, el propio vómito vaya a los pulmones y los inunde de agua». Algo tan sencillo como esto puede ayudar a salvar una vida en casos extremos en los que tampoco hay que acudir a «remedios mágicos» contra la borrachera, como dar de beber café con sal al afectado para que vomite o tratar de despertarle dándole a oler amoniaco. La primera solución casera -y la más erróneamente extendida- puede llegar a causar la muerte por hipernatremia, ya que si el bebedor del brebaje «no vomita, puede ser que el sodio de la sal vaya a la sangre y produzca una subida del sodio en sangre» que deriva en el citado trastorno. Lo mejor, por supuesto, es beber sin excesos para evitar llegar a estas situaciones. «El consumo debe ser siempre moderado evitando mezclar otras sustancias», recomienda Dueñas-Laita, antes de insistir en que «hay que llamar al 112 en cuanto los amigos vean que un joven presenta síntomas como pérdida de consciencia o dificultad al respirar». La recomendación de consumo moderado de alcohol cobra más sentido, si cabe, a tenor de las cifras de la encuesta sobre drogas en población escolar del año 2004 recogida en el Plan Nacional sobre Drogas, que al hablar de la evolución de prevalencia de consumo de alcohol en los estudiantes de Enseñanzas Secundarias de 14-18 años, sitúa en el 81% la proporción de jóvenes que declaran haber consumido alcohol en los doce últimos meses.

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