DÍA DEL SEMINARIO 2010.
EL SACERDOTE, TESTIGO DE LA MISERICORDIA DE DIOS.
http://www.conferenciaepiscopal.es/seminarios/2010/motivacion.pdf
El lema que titula la celebración del Día del Seminario para este año, «El sacerdote,testigo de la misericordia de Dios», también debe ayudarnos a tomar conciencia de aquellos rasgos que son propios de los sacerdotes y que han de ser los que un joven seminarista desee y anhele para su futuro comportamiento pastoral en la Iglesia y en la sociedad.
El tema de la misericordia vivida y testimoniada por el sacerdote se centra en una dimensión primordial y capital de su vocación concreta: la relación con Cristo pastor misericordioso. También esta relación debe ir creciendo gradual y paulatinamente durante los años de formación en el seminario.
Actualmente, seminaristas y sacerdotes son un haz de relaciones que modelan su forma de ser y espiritualidad. Llamados a la triple condición teológica (servidores de la Palabra, de la liturgia y de la comunidad), igualmente su formación reclama actitudes personales y espirituales coherentes con estas funciones que se darán en su ministerio. Por tanto, es el seminario el lugar más propio y único para iniciar a los candidatos al sacerdocio en las virtudes sacerdotales: la fe, la esperanza, la caridad pastoral, la vida orante, el celibato, la pobreza, la disponibilidad obediente, la formación teológica, la fraternidad presbiteral... ¡y las actitudes de misericordia!
Ante un panorama tan amplio, vamos a fijarnos en el tema de la misericordia como trabajo propio para esta campaña o jornada anual del Día del Seminario.
El sacerdote, testigo de la misericordia de Dios
DÍA DEL SEMINARIO 2010
MOTIVACIÓN GENERAL
MISERICORDIA DE DIOS EN EL CAMINO VOCACIONAl
La teología del ministerio sacerdotal, basada en la Escritura y en la Tradición de la Iglesia, ha acuñado una fórmula que expresa fielmente la identidad del sacerdote: es signo sacramental de Cristo pastor . Esto significa que hay rasgos y actitudes que no pueden faltar en la vida de los pastores. De entre todos, el rasgo básico, primordial y de identificación vital del sacerdote con Cristo es su amor identificativo; esto es, encarna en sí las actitudes, acciones, comportamientos y sentimientos de Cristo.
Bajo la cobertura de este rasgo general, reflexionaremos acerca de la misericordia por medio de la cual el presbítero realiza su condición de ser signo sacramental de Cristo pastor.
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