miércoles, 26 de mayo de 2010

El sacramento del matrimonio (Matrimonio 3º parte)





El contrato matrimonial cristiano es diferente de cualquier contrato matrimonial civil.

Te quiero a ti,... como esposa —como esposo— y me entrego a tí, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.[1]


16. ¿Cuál es el concepto Católico del Matrimonio? ¿Es siempre un sacramento?

El matrimonio está formado por la alianza por la cual el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole.[2] Para una pareja bautizada, este contrato ha sido elevado por Cristo a la dignidad de Sacramento.[3]


17. ¿Qué quiere decir alianza matrimonial?

Toda la vida cristiana está marcada por el amor esponsal de Cristo y de la Iglesia. Ya el bautismo, entrada en el Pueblo de Dios, es un misterio nupcial. Es, por así decirlo, como el baño de bodas[4] que precede al banquete de bodas, la Eucaristía.[5]

Alianza o Contrato en el Antiguo Testamento se refiere a las promesas y acuerdos que Dios hizo principalmente a Abraham y a Moisés. Como el matrimonio es también un acuerdo que los esposos hacen con Dios para establecer una convivencia para toda la vida, no hay mejor palabra para definirlo.

El modelo para el santo contrato del matrimonio es la unión de Cristo y su Iglesia: un amor mutuo donde el esposo y la esposa están preparados para sacrificarse uno por el otro como Jesucristo se sacrificó por la Iglesia y como la Iglesia se sacrifica por ella misma para atraer las almas hacia El.[6]


18. ¿Es el contrato matrimonial cristiano diferente al civil?

El contrato matrimonial es diferente de cualquier contrato matrimonial civil. Este convenio no puede ser alterado o rescindido a voluntad por las dos partes contrayentes. Siempre hay una tercera parte involucrada, el autor del contrato, el propio Dios.[7]

Los contratos establecidos por acuerdo común de dos partes pueden ser alterados o rescindidos cuando ambas partes estén de acuerdo. Pero en el matrimonio hay tres participantes, y el tercer participante es el que decide absolutamente.[8] Cristo dijo: Lo que Dios ha unido el hombre no debe separarlo[9] y el que despide a su mujer, fuera del caso de infidelidad, y se casa con otra, es adúltero; y el que se casa con la divorciada es adúltero también.[10]


19. ¿Por qué la Iglesia Católica prescribe unas leyes que gobiernan el matrimonio?


La Iglesia Católica tiene el derecho de establecer leyes respecto a la validez del matrimonio porque para los católicos, el matrimonio es un convenio, pero también un sacramento. Y sólo la Iglesia Católica tiene la jurisdicción sobre los matrimonios, dejando a la competencia de la autoridad civil lo referente a los efectos meramente civiles. Nadie más tiene el poder o la autoridad para cambiar las leyes eclesiásticas.


20. ¿Cómo y dónde se celebra el matrimonio?


En el rito latino, la celebración del Matrimonio entre dos fieles católicos tiene lugar ordinariamente dentro de la Santa Misa, en virtud del vínculo que tienen todos los sacramentos con el misterio Pascual de Cristo.[11] (...) Es, pues, conveniente que los esposos sellen su consentimiento en darse el uno al otro mediante la ofrenda de sus propias vidas, uniéndose a la ofrenda de Cristo por su Iglesia, hecha presente en el sacrificio eucarístico, y recibiendo la Eucaristía, para que comulgando en el mismo Cuerpo y en la misma Sangre de Cristo, "formen un solo cuerpo"[12] en Cristo.[13]


21. ¿Qué disposición interior deben tener los que contraen matrimonio?

En cuanto gesto sacramental de santificación, la celebración del matrimonio... debe ser por sí misma válida, digna y fructuosa.[14] Por tanto, conviene que los futuros esposos se dispongan a la celebración de su matrimonio recibiendo el sacramento de la Penitencia.[15]


22. ¿Cuál es el elemento indispensable que "hace" el matrimonio?


La Iglesia considera el intercambio de los consentimientos entre los esposos como el elemento indispensable "que hace el matrimonio".[16] Si el consenti-miento falta no hay matrimonio.[17]


23. ¿En qué consiste el consentimiento?


El consentimiento consiste en un "acto humano por el cual los esposos se dan y se reciben mutuamente":[18] "Yo te recibo como esposa"— "Yo te recibo como esposo". Este consentimiento que une a los esposos entre sí, encuentra su plenitud en el hecho de que los dos "vienen a ser una sola carne".[19]

El consentimiento matrimonial define y hace estable el bien que es común al matrimonio y a la familia.[20] (...) Las palabras del consentimiento expresan, pues, lo que constituye el bien común de los esposos e indican lo que debe ser el bien común de la futura familia. Para ponerlo de manifiesto la Iglesia les pregunta si están dispuestos a recibir y educar cristianamente a los hijos que Dios les conceda.[21]


24. ¿Quién está capacitado para casarse?


El consentimiento debe ser un acto libre de la voluntad de cada una de las partes contrayentes, sin coerción y sin que surja temor grave por circunstancias externas. Ser libre significa:

No estar actuando bajo presión.

Sin impedimento de la ley natural o elcesiástica.[22]

Sólo aquellos que son capaces de dar consentimiento matrimonial válido pueden casarse: El matrimonio lo produce el consentimiento de las partes, legítimamente manifestado entre personas jurídicamente hábiles.[23]



[1] Ritual de matrimonios, Consentimiento, n. 94 (ed. 1970).
[2] Cf. C.I.C. 1055, 1 y C.C.C. 1601
[3] Cf. C.C.C. 1601
[4] Cf. Efesios 5, 26-27
[5] C.C.C. 1617
[6] Cf. C.C.C. 1617
[7] Cf. Vaticano II, G. S. 48
[8] Cf. C.I.C. 1056 y 1141 y C.C.C. 2364. La decisión para que un matrimonio se disuelva por inexistente sólo puede tomarla la Iglesia
[9] Cf. Mateo 19, 6
[10] Cf. Mateo 19, 9
[11] Cf. SC 61
[12] 1 Colosenses 10,17
[13] Cf C.C.C. 1621
[14] FC 67
[15] En un Apéndice se ofrece ayuda para hacer una buena confesión. Puede ser de utilidad para aquellos que se resisten a la confesión, leer: Pablo Arce Gargollo, La Confesión: guía práctica del sacramento de la reconciliación. Minos, México (más de 100,000 ejemplares publicados).
[16] C.I.C. 1057,7
[17] C.C.C. 1626
[18] GS 48,1; Cf. C.I.C. 1057,2
[19] C.C.C. 1627; Cf. Génesis 2, 24; Marcos 10,8; Efesios 5, 31.
[20] GS 50
[21] C.A.F. 10
[22] Cf. C.C.C. 1103 y Cf. C.C.C. 1625, 1628
[23] Cf. C.I.C. 1057.1 y C.C.C. 1626, 1628
[24] Cf. C.I.C. 1066


Abreviaciones:


C.A.F

Carta a las familias, Ediciones Paulinas, México 1994
C.C.C
Catecismo de la Iglesia Católica, Ronma, Librería Editrice Vaticana, 1992. .
C.I.C
Codex Iuris Canonici (Código de Derecho Canónico) Ediciones Paulinas, México, 1983
D.E.
Directorio para el Ecumenismo, National Conference of Catholic Bishops (N.C.C.B)
(Conferencia Episcopal de los Estados Unidos), Origins vol 23, no. 9, julio 29, 1993
F.C.
Familiaris Consortio: El papel de la Familia en el Mundo Moderno. Juan Pablo II, Roma, Librería Editrice Vaticana, 1981
S.C.A.
Siga el Camino del Amor: Mensaje Pastoral para las Familias, N.C.C.B., Origins vol no. 25, 1993
G.S.
Gaudium et Spes, Concilio Vaticano II, 1985
G.E.
Gravissimum educationis, Concilio Vasticano II, 1965
H.V.
Humanae Vitae. Paulo VI. Librería Editrice Vaticana, 1968
L.G.
Lumen Gentium, Concilio Vaticano II, 1964
M.D.
Mulieris Dignitalis. Juan Pablo II. Roma, Librería Editrice Vaticana, 1988
N.C.C.B.
National Conference of Catholic Bishops of the United States (Conferencia Episcopal de los Obispos Católicos de Estados Unidos.
O.C.J.
One in Christ Jesus (Uno en Cristo Jesús): Toward a Pastoral Response to the Concerns of Women for Church and Society, por la N.C.C.B., Ad Hoc Committee for a Pastoral Response to Women"s Concerns, Origins vol 22; no. 29, 1993.
S.C.
Sacrosantum Concilium, Concilio Vaticano II, 1963

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