miércoles, 19 de septiembre de 2007

Cuentos con moral: Te estuve esperando

Fuente: http://www.loiola.org


Cuando te levantabas esta mañana te observaba y esperaba que me hablaras, aunque fueran unas pocas palabras preguntando mi opinión o , no sé..., dándome las gracias por algo bueno que te pasara ayer. Pero noté que estabas muy ocupada buscando la ropa adecuada que ponerte para salir a hacer tus cosas. Seguí esperando mientras corrías por la casa arreglándote y..., pensé que tendrías unos pocos segundos para que pararas y me saludarás con un “buenos días”. Pero claro, tenías demasiada prisa.
Te observe mientras ibas de camino de tus obligaciones. Me pareció que estabas preocupada por algo y, por eso, encendí el cielo y lo llené de colores. Sólo para ti. Sí que estabas preocupada, porque ni siguiera te diste cuenta de eso. Espere, pacientemente, toda la mañana y toda la tarde. Pero con la cantidad de cosas que tienes que hacer durante todo el día..., supuse que no tendrías tiempo para decirme nada. Y así fue.
De regreso a casa, me di cuenta de tu cansancio. Por eso decidí refrescarte con un poco de agua del cielo, pero ya vi que no le gustó. Lo siento, deseaba tanto que me hablaras...Aún que daba mucho tiempo. Pero..., nada cuando cenabas nuevamente te olvidaste de decirme algo. Luego, pusiste la televisión y espere atento, mientras veías todo lo que pasaba en el mundo y, después, te divertías con algo que echaban. Me gusta tanto verte reír..Cuando pasó un rato te note cansada y entendía tu silencio, así que la claridad del cielo y la cambie por numerosos luceros. En verdad fue hermoso, pero no estuviste interesada en verlo.
A la hora de dormir comprobé que estabas agotada. Te metiste en la cama y, casi de inmediato, te dormiste. Decoré con música tu descanso. Procuré acompañarte durante tu sueño. Pero da igual, porque creo que no te das cuenta de que siempre estoy ahí para ti. Ya no sé que inventar. De todas formas, tengo más paciencia de la que te imaginas. Y quisiera que tú también la tuvieras con los demás. Quisiera que me dejarás enseñarte. Te quiero tanto...Imagínate, el paisaje que hago es sólo para ti.
Bueno, ya te estás levantando otra vez. Espero que hoy me dediques un poco de tu tiempo. ¡Que tengas un buen día! Tu amigo, Dios.
Dios nos sorprende con su presencia y no caemos en la cuenta de cuanto nos necesita y nos quiere. Que nuestro cansancio y ocupaciones del día a día no frene nuestra relación con Cristo Jesús resucitado.

1 comentario:

julie andrea dijo...

te estuve esperando,dios siempre esta con nosotros y nunca nos damos cuenta de eso, solo lo buscamos cuando lo necesitamos, cuando tenemos un problema, y eso no debe ser asi.

hoy los invito a dialogar con dios todos los dias, el estara muy feliz de escucharlos.

feliz dia a todos, que dios los bendiga.