sábado, 27 de octubre de 2012

Homilía del DÍA DE TODOS LOS SANTOS 2012



SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS 2012
            En una ocasión estando reunido Jesús con sus discípulos les dijo: «Donde está tu tesoro, allí también está tu corazón» (Mt  6.21). Y la pregunta evidente es ¿cual es tu tesoro?¿qué cosa puede ser tan importante para que tú lo puedas considerar como ‘tu tesoro’?
¿El amor de tu esposa es un tesoro?, ¡pues claro que sí! ¿El cariño y la ternura compartida entre dos novios es un tesoro?, ¡por supuesto! ¿El sentirse querido por los demás es un tesoro?, ¡eso no se duda!. Pero, ¿quién te ha puesto a ti esos tesoros en tu camino?¿quien te ha regalado eso que a ti te genera felicidad?¿quién?.
            Y Jesús de esto de los tesoros entiende ¡y mucho!. Él estando con sus discípulos les expuso esta parábola: «Sucede con el Reino de los Cielos lo que con un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo» (Mt 13.44). Y la pregunta que surge de un modo innato es: ¿Qué cosa puede ser tan importante como para vender todo lo que uno tiene e ir a adquirir ese campo del que nos habla el Evangelio? ¿El amor de tu mujer o de tu esposo es muy importante? ¡Pues sí, es muy importante! ¿Tu trabajo que asegura el sustento para los tuyos es muy importante? ¡Claro que lo es! ¿Gozar de buena salud es importante? ¡Yo eso ni lo dudo!  
            Por eso Jesús, que sabe que tenemos muchos apegos, y que tenemos una multitud de cosas que consideramos muy importantes, se acerca a nosotros y nos dice: «Buscad ante todo el Reino de Dios y lo que es propio de él, y Dios os dará lo demás» (Mt 6.33). Es decir: ¡Dedícate a buscar lo esencial! Y parafraseando a Poncio Pilato que dijo « ¿qué es la verdad?», ustedes pueden decir: «¿Y que es lo esencial?».  Pues tenemos a un santo que estuvo muy cerquita de aquí, cuyo nombre segurísimo que les suena, Hermano Rafael Arnáiz que nos da respuesta a esta peliaguda cuestión. Vamos a preguntar al Hermano Rafael qué cosa es lo más esencial. Y el Hermano Rafael nos contesta: «¡Sólo Dios!» e incluso nos llegaría a decir: «Calla, hermano, no metas ruido, que estoy hablando a Dios. (Rafael Arnáiz)». Es tanto como decir, ‘guarda silencio porque ahora estoy haciendo lo más importante de toda la jornada para tener la lucidez necesaria para saber como acertar con esa o con aquella decisión o para no caer en esa tentación’.
            Además hemos oído en el libro del Apocalipsis que nos dice además que tanto tú como yo que hemos sido bautizados estamos ‘en la lista de espera para ocupar un puesto en el Cielo’. Es que resulta que todos nuestros pecados han sido borrados en la sangre del Cordero que es Jesucristo. O sea, sólo hay una cosa realmente importante en tu vida. Únicamente hay un tesoro que merece la pena: JESUCRISTO. ¿Esto quiere decir que los demás tesorillos deben de ser menospreciados? Pues no. El tesoro de los tesoros es Jesucristo y Jesucristo reubica a los demás tesoros en sus puestos correspondientes.
            Muchos de nuestros hermanos que ya han fallecido están gozando de la dulzura de la presencia de Dios. Ellos ya no están ‘en esa lista de espera para ocupar un lugar en el Cielo’, ellos ya están porque han puesto su corazón en el mayor de los tesoros, en las cosas de Dios. 



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