lunes, 5 de julio de 2010

La ley del aborto es el mundo al revés.


Este lunes es una fecha triste, muy triste para la vida, la familia y la maternidad. El presidente del Gobierno ha logrado sacar adelante una ley injusta para con la vida y los más débiles, a los que su Ejecutivo asegura proteger. Sus acciones expresan lo contrario, por lo que miente, una vez más. Sobre las tremendas consecuencias que esta nueva Ley del Aborto va a tener en la sociedad, "La Tarde con Cristina" ha hablado con Mons. Juan Antonio Martínez Camino, Obispo auxiliar de Madrid y secretario general de la Conferencia Episcopal.
Monseñor Martínez Camino ha destacado que el aspecto "más preocupante" de la nueva Ley del Aborto que ha entrado en vigor este lunes es que con ella "parece ser que es el mundo del revés" porque "no tiene en cuenta para nada la realidad más importante que está en juego: el ser humano distinto de los demás, inocente, cuya vida está a disposición de otros, y ante esa realidad, el derecho de cualquier país civilizado o el derecho simplemente no puede cerrar los ojos".

El Obispo auxiliar de Madrid ha asegurado entender que puede haber dificultades durante un embarazo, pero ha destacado que, ante todo, "hay que tener en cuenta ese derecho de la vida de un ser humano distinto, que está en el mundo". También ha hablado sobre los casos dramáticos, pero ha recordado que "no son muchos en proporción a las decenas de miles de abortos que se practican, sino son situaciones de falta información, ligereza, no sólo de la mujer implicada, sino de la sociedad, de su ambiente... y el resultado es, al final, un ser humano cuyo derecho a la vida es ignorado y pisoteado".

El secretario general de la Conferencia Episcopal ha sido claro sobre la supuesta solución que ofrece el aborto: "Un drama no se puede solucionar cargando sobre la propia conciencia la elminiación de la vida humana. Lo que tiene que quedar claro es que una conciencia humana sana no puede solucioanr un problema cometiendo un crimen de este calibre".

Por desgracia, la actual ley es muda con relación a las medidas a favor de la vida: "Esto es uno de los aspectos tristes del ordenamiento jurídico, no sólo de esta ley, que facilita el aborto" ha explicado monseñor Martínez Camino, sino que "el sistema de producción social es muy deficitario en este campo. Hay que proteger la maternidad y la paternidad en un país que envejece a ojos vista. No sólo no se pone solución sino que vamos en dirección contraria de ella".
"Aquí lo serio es que seamos conscientes de lo que significa una vida humana indefensa, inocente, a merced de quienes, de su entorno próximo, pueden pasar por encima de ella. Pero es un ser humano. Una sociedad que elimina a sus propios miembros no puede hablar de solidaridad", ha aseverado el Obispo auxiliar.

Por supuesto, también ha habido lugar a un mensaje de esperanza, para aquellos que puedan pensar que la lucha por la vida se ha perdido: "Los tiempos políticos y humanos son limitados, las leyes son reversibles, se puede legislar en otra dirección, se debería legislar no en contra de la mujer sino a favor de una sociedad sin abortos, y si los hay sea realmente con desaprobación social. La sociedad con estos debates, que son actuales, ayudan a la gente a comprender lo que está en juego y a tomarse en serio las cosas. No hay que desanimarse ante una legislación injusta como esta. Debemos encomendar al Señor estos dramas que van a suceder, pero al mismo tiempo mantener la esperanza y fortaleza de que es posible cambiar las cosas".

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