HOMILÍA DEL CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
Las personas para poder creer en cosas divinas necesitamos emplear de imágenes, de símbolos. Por eso la iconografía cristiana es tan rica. Nuestras iglesias cuentan con retablos preciosos que nos narran, como si fuese un particular tebeo, los episodios más importantes de
Pues bien, uno de los símbolos, que todos ustedes conocen, es el del PELÍCANO, sí esa ave capaz de alimentar a sus crías con su propia carne y sangre, si el alimento escaseaba. En muchos de los Sagrarios de nuestros pueblos están representados. El pelícano, con su fuerte y puntiagudo pico se abría el pecho y de esta manera las crías bebían su sangre. Con este símbolo del pelícano se intentaba representar el concepto de
Hace poco me hice unos análisis de sangre y allí sale todo. Que si la hemoglobina la tienes alta o baja, que si tienes muchas o pocas plaquetas o glóbulos blancos, que si el colesterol está en el límite o poco le falta… allí sale todo. Y empieza el interrogatorio del médico: ¿Come usted muchas verduras?, ¿abusa de los fritos?, ¿bebe usted leche desnatada o entera?, ¿toma mucha bollería?, ¿y que tal anda en su alimentación respecto a la fruta?. El caso es que uno sale de la consulta del médico más mareado que mareado y pensando que lo que no es pecado o engorda o termina matando.
Si nos pudiéramos hacer un análisis, no de sangre, sino de cómo están siendo nuestras relaciones personales, o sea, de cómo andamos en eso del amor, en tal informe del análisis nos podrían preguntar cosas como estás: ¿abusa usted del consumo de la paciencia de los demás?, ¿toma dosis de humildad para pedir perdón y reconocer sus errores?, ¿toma muchas dosis de orgullo?, ¿cuando está usted en su tiempo libre suele consumir mucha telebasura?, ¿con qué frecuencia se alimenta de los sacramentos, y en particular del sacramento del perdón y de
Santo Tomás de Aquino nos dice esta reflexión cargada de sabiduría refiriéndose a
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